miércoles, 27 de marzo de 2013

Ataque de los mutos I

Voy a las cocinas sin que nadie me vea. Meto en una mochila varios medicamentos y vendas. En tres cajas meto carne y comida en lata, con otro lote de medicinas y vendas.

El estómago se me encogió cuando vi en las noticias el ataque de los mutos en el distrito 12. Mi abuelo sonreía satisfecho mientras desayunaba sus copos de avena sin azúcar. Dejé los míos a medio terminar y fui a mi habitación. La rabia y la impotencia salían de mí a borbotones. Rompí todo lo que había a mi alrededor.

Cierro la mochila y cojo un carrito para transportar las cajas.

-¿A dónde piensas ir con todo eso? -Dice alguien por detrás. Me giro y veo a un agente de la paz. “Mierda” pienso.

-Tranquila, puedes confiar en mí. -Se quita el casco dejando su melena pelirroja al descubierto.- No pienso contárselo a nadie.

-Al… al distrito 12… -Susurro.

-Bien, deja que te ayude. -Sin dejarme decir nada mas coge el carrito y va a la salida.- El próximo tren sale dentro de quince minutos. Démonos prisa. -Sonríe. Asiento y le sigo. Nos montamos en una furgoneta y vamos a la estación.

Cuando llegamos, veo al agente hablar con el maquinista. Parece que es un avox por la forma en la que gesticula. Mientras voy metiendo las cajas en una despensa. Me subo al tren.

-Le he dicho al maquinista que te ayude a descargarlo todo cuando llegues al doce. -Dice el agente desde el andén.- Espero que tengas suerte.

-Gracias.-sonrío un poco. El tren se pone en marcha.- ¡Espera! ¿Cómo te llamas? -Digo mientras la máquina avanza.

-Darius… -Grita el agente.- Me llamo Darius… -Repite antes de desaparecer por una esquina…

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